Sí, sé que he cometido un gran error pero por lo menos he aprendido de él.
Porque en cuanto a cosas malas, no todo son inconvenientes hay ventajas que se pueden aprovechar... Aunque la mayoría de veces sí que ganan los inconvenientes.
No debí hacerlo, no debí hacer lo que dijera mi mente sino lo que dijera mi corazón y mi corazón decidió ir por la izquierda pero yo cogí el camino de la derecha... ya era demasiado tarde para dar marcha atrás. Seguí caminando poco a poco disfrutando del paisaje que me ofrecía el sendero que había escogido pero cada vez que avanzaba unos pasos me daba cuenta que se hacía más oscuro y tenebroso. De repente descubrí un túnel que me hacía llegar hacia el sendero que mi corazón pretendía que hubiese cogido, no dudé en cogerlo.
Me agaché y gateé hasta la luz de repente una mano se agarró a la mía y me ayudó a levantarme.
Él era perfecto, indescriptible y entonces me miró yo sonreí y él me besó.
¿Una fantasía tal vez? No, era la realidad.